Economía De Caos U Ecológica

Una caricatura se ha convertido en el término de economía ambiental sostenible y ecológica; mientras la economía de guerra ha traspasado los ideales de connotados ambientalistas, ecologistas y científicos que aspiran a un mundo mejor. La palabra guerra es sinónimo de caos y caos es equivalencia de la guerra. Estamos varados en una punta de lanza, con filos hasta en el lado plano de la hoja, en la que nos falta alinearnos para ser exterminados.

La lucha contra el terrorismo, el narcotráfico y demás ha requerido la módica suma de US$ 1,14 billones, dejando relegada, bien rezagada la inversión ecológico-ambiental y la de bienes de subsistencia. Irak le costó US$784.000 millones a Estados Unidos. Parecería que la guerra que se lleva a cabo contra el narcotráfico, la delincuencia, la injusticia y la inseguridad se está ganando, pero no es así, está siendo relegada por el caos que impera en nuestras economías.

Estos tópicos trascienden lo ambiental y ecológico, y por ende la sostenibilidad de la humanidad. Pues, el otro lado la moneda revela que, desde 1995, se han invertido US$770 millones para la seguridad alimentaria, datos que al ser contrastados con los de guerra predicen una hambruna inminente. Parece bien la propuesta, que realizan los organismos especializados, de cambiar el modelo económico imperante.

Tenemos que hacerlo por el bien de la humanidad. Pero debemos hacer énfasis en lo ecológico, en la economía ambiental, la economía de subsistencia y porque no en un nuevo modelo de vida, en donde prevalezca la voluntad de preservar las especies en la tierra. Para mejorar las condiciones de vida debemos generar otro tipo de bienestar, en el que exista una mejor distribución de las riquezas, medido a través de un parámetro de “bienestar genuino”, que no dependa de un elevado nivel de consumo, sino de la calidad de vida de los seres humanos.